Ansel keys
El hecho que marca el surgimiento del concepto de la alimentación, denominado Dieta Mediterránea, se dio a través del Estudio de los Siete Países (Seven Countries Study), investigación concebida por Ancel Keys y desarrollada por un gran equipo de cientificos, emplazados en los siete países donde se realizó el estudio. Keys, natural de los Estados Unidos, nació el 26 de enero de 1904 y falleció en 2004. En su tarea de establecer una nueva epidemiología para las enfermedades cardiovasculares, tuvo su nombre asociado a dos conocidas dietas: la K-ration, dieta balanceada, creada para la alimentación de los soldados americanos, durante la II Guerra Mundial y la Dieta Mediterránea conocida y reconocida como el más apropiado concepto de alimentación para la salud del hombre.Ansel Keys fue alumno de la Universidad de California, Berkeley, donde recibió el título de licenciado en Ciencias Políticas y Económicas, en 1925. En 1929 concluyó su maestría en Biología y, en 1930, se doctoró como Ph.D. en Biología y Oceanografía. Obtuvo su segundo Ph.D. en Fisiología de la Universidad de Cambridge, en 1938. En 1936 se convirtió en profesor de la Universidad de Minnesota donde, en la Facultad de Salud Pública, creó la División de Epidemiología, de la cual fue director de 1939 a 1975.
El interés inicial de Ansel Keys en las dietas por la subsistencia y contra el hambre lo llevaron, en última instancia, a estudiar las causas de las enfermedades cardiovasculares. Esta preocupación surgió, en parte, por la constatación de que en los Estados Unidos, grupos de ejecutivos, presumidamente bien alimentados, eran víctimas frecuentes de problemas cardiovasculares, mientras que en la Europa de la postguerra, estas tasas disminuían significativamente, en el rastro de una sensible reducción de los suplementos alimenticios a la que la población había sido sometida, durante la guerra. Además de estos datos, había también el hecho de que los soldados alimentados con su ración balanceada presentaban pocos indicios de enfermedades vasculares. A partir de la comparación de estos datos Keys postuló una correlación entre alimentación, niveles de colesterol y disturbios cardiovasculares, iniciando, entre los ejecutivos de Minnesota, investigaciones que lo orientarían al Estudio de los Siete Países.
El Estudio de los Siete Países fue el primer proyecto de investigación para estudiar sistemáticamente la relación entre estilo de vida, dieta alimentaria y tasas de ataques cardíacos y derrames, en diferentes poblaciones.
Iniciando sus primeras experiencias en Finlandia, Italia y Grecia en 1956 y 57, por más de una década Ansel Keys lideró un equipo de renombrados científicos por todos los países objeto de la investigación. En Yugoslavia (Croacia, Eslovenia y Servia), contó con la supervisión de Ratko Buzina, en Italia Flaminio Fidanza, en Grecia (Creta, Corfu y Korakiama), Christ Aravanis, en Finlandia Martti Karvonen, en los Países Bajos Louise Dalderup y Daan Kromhout, en los Estados Unidos Henry Blackburn y Henry Taylor y finalmente en Japón, Noboro Kimura e Hironori Toshima. Los primeros estudios se iniciaron en 1956 y el trabajo con todas sus conclusiones tuvo su publicación en 1970.
En los países base para el Estudio de los Siete Países, se monitorearon 14 grupos comprendiendo 11.325 hombres saludables, entre 40 y 59 años, durante los años comprendidos en la investigación (no se incluyó a mujeres en la investigación, debido a la baja incidencia de problemas cardíacos entre ellas). El trabajo consistía en observar predominantemente la alimentación, diferencias por edad, presión sanguínea, tasas de colesterol, hábito de fumar y actividad física. Y, a partir de estos datos, se analizaba el estado de salud o las causas de fallecimientos. A lo largo del período, 2.288 de las personas investigadas fallecieron. Las causas variaron mayormente, entre accidentes cardiovasculares, cáncer y otras de menor incidencia.
El cruce de las informaciones sobre la causa mortis y el tipo de alimentación habitual entre cada individuo investigado, demostró una alta incidencia de alimentos ricos en grasas saturadas. Teniendo estos datos en manos, los ojos de los diversos equipos de Keys se dirigieron a las regiones de menor volumen de fallecidos y consecuentemente de una dieta que se suponía más saludable, más adecuada para el organismo del hombre. Y esta alimentación estaba en Creta. Una isla rica en frutos secos, legumbres, verduras y frutas. Una isla que convivía con la pesca y pequeñas áreas para la pecuaria, que estaba limitada a la cría de gallinas, cerdos y cabritos. Lo más significativo era la baja incidencia de productos industrializados, aliada a la necesidad de caminatas, ya que se trataba de una isla formada por pequeñas villas, pequeñas ciudades, donde, fuera de los medios de transporte público, el automóvil era dispensable. En Creta se practicaba lo que hoy llamamos vida saludable. La pirámide alimentaria nos demuestra los alimentos que componen la Dieta Mediterránea propuesta por Ansel Keys y su equipo.
Iniciando sus primeras experiencias en Finlandia, Italia y Grecia en 1956 y 57, por más de una década Ansel Keys lideró un equipo de renombrados científicos por todos los países objeto de la investigación. En Yugoslavia (Croacia, Eslovenia y Servia), contó con la supervisión de Ratko Buzina, en Italia Flaminio Fidanza, en Grecia (Creta, Corfu y Korakiama), Christ Aravanis, en Finlandia Martti Karvonen, en los Países Bajos Louise Dalderup y Daan Kromhout, en los Estados Unidos Henry Blackburn y Henry Taylor y finalmente en Japón, Noboro Kimura e Hironori Toshima. Los primeros estudios se iniciaron en 1956 y el trabajo con todas sus conclusiones tuvo su publicación en 1970.
En los países base para el Estudio de los Siete Países, se monitorearon 14 grupos comprendiendo 11.325 hombres saludables, entre 40 y 59 años, durante los años comprendidos en la investigación (no se incluyó a mujeres en la investigación, debido a la baja incidencia de problemas cardíacos entre ellas). El trabajo consistía en observar predominantemente la alimentación, diferencias por edad, presión sanguínea, tasas de colesterol, hábito de fumar y actividad física. Y, a partir de estos datos, se analizaba el estado de salud o las causas de fallecimientos. A lo largo del período, 2.288 de las personas investigadas fallecieron. Las causas variaron mayormente, entre accidentes cardiovasculares, cáncer y otras de menor incidencia.
El cruce de las informaciones sobre la causa mortis y el tipo de alimentación habitual entre cada individuo investigado, demostró una alta incidencia de alimentos ricos en grasas saturadas. Teniendo estos datos en manos, los ojos de los diversos equipos de Keys se dirigieron a las regiones de menor volumen de fallecidos y consecuentemente de una dieta que se suponía más saludable, más adecuada para el organismo del hombre. Y esta alimentación estaba en Creta. Una isla rica en frutos secos, legumbres, verduras y frutas. Una isla que convivía con la pesca y pequeñas áreas para la pecuaria, que estaba limitada a la cría de gallinas, cerdos y cabritos. Lo más significativo era la baja incidencia de productos industrializados, aliada a la necesidad de caminatas, ya que se trataba de una isla formada por pequeñas villas, pequeñas ciudades, donde, fuera de los medios de transporte público, el automóvil era dispensable. En Creta se practicaba lo que hoy llamamos vida saludable. La pirámide alimentaria nos demuestra los alimentos que componen la Dieta Mediterránea propuesta por Ansel Keys y su equipo.