Los radicales libres
En el conjunto de acciones y reacciones ocurridas en el organismo, el oxígeno ejerce el rol de transformar en energía el alimento que digerimos. Un proceso donde 95% de este oxígeno se transforma en agua y el 5% restante reacciona con el colesterol excedente resultando en los radicales libres.
Pero, ¿qué es un radical libre? Aquí, nos parece, que llegamos al malvado final del nuestro paseo y cabe una atención mayor a la cuestión. Un radical libre es una molécula o un fragmento de molécula inestable. Inestable porque es producido cuando una molécula normal - cuyos electrones, que unen los átomos, se asocian a los pares -, pierde o gana un electrón. O sea, la molécula pierde uno de los electrones y se vuelve inestable, ya que siempre estará buscando un electrón para volverse estable. Es como si una pareja se perdiese uno del otro. Ambos, solitarios, pasarán el viaje entero tratando de robar uno de los miembros de la otra pareja, de forma que cada casamiento perderá su estabilidad.
Imagínese un mundo donde nadie sabe quién es de quien, y todos quieren a alguien. Esto es lo que ocurre en un organismo lleno de radicales libres. En esta cadena de crear y destruir pares, los radicales provocan una alteración en la composición de las células, que puede ocasionar daños a las membranas celulares, a los tejidos e incluso a porciones del ADN celular. Se trata de una reacción en cadena que puede desarrollar disturbios orgánicos, generando enfermedades degenerativas, envejecimiento y cáncer. No obstante, se debe entender que el oxígeno es solamente la sustancia transformadora que, en última instancia, da forma al agente nocivo que actúa en el organismo. Nuestra vida frente a una computadora, nuestra alimentación inadecuada (alimentos producidos con edulcorantes, aromatizantes, conservantes o anabolizantes), el sistema competitivo y estresante, y el medio donde vivimos son, de hecho, los principales agentes formadores de los radicales libres.
Pero, ¿qué es un radical libre? Aquí, nos parece, que llegamos al malvado final del nuestro paseo y cabe una atención mayor a la cuestión. Un radical libre es una molécula o un fragmento de molécula inestable. Inestable porque es producido cuando una molécula normal - cuyos electrones, que unen los átomos, se asocian a los pares -, pierde o gana un electrón. O sea, la molécula pierde uno de los electrones y se vuelve inestable, ya que siempre estará buscando un electrón para volverse estable. Es como si una pareja se perdiese uno del otro. Ambos, solitarios, pasarán el viaje entero tratando de robar uno de los miembros de la otra pareja, de forma que cada casamiento perderá su estabilidad.
Imagínese un mundo donde nadie sabe quién es de quien, y todos quieren a alguien. Esto es lo que ocurre en un organismo lleno de radicales libres. En esta cadena de crear y destruir pares, los radicales provocan una alteración en la composición de las células, que puede ocasionar daños a las membranas celulares, a los tejidos e incluso a porciones del ADN celular. Se trata de una reacción en cadena que puede desarrollar disturbios orgánicos, generando enfermedades degenerativas, envejecimiento y cáncer. No obstante, se debe entender que el oxígeno es solamente la sustancia transformadora que, en última instancia, da forma al agente nocivo que actúa en el organismo. Nuestra vida frente a una computadora, nuestra alimentación inadecuada (alimentos producidos con edulcorantes, aromatizantes, conservantes o anabolizantes), el sistema competitivo y estresante, y el medio donde vivimos son, de hecho, los principales agentes formadores de los radicales libres.